lunes, 27 de enero de 2014

Humberto Sato vida y obra.

En la década de 1950, se instalaron en el distrito de barrios altos, en la calle Siete Jeringas. La madre de Humberto, doña Yoshi, quien nació en la ciudad de Fukushima, y llegó al Perú antes de la segunda guerra mundial, preparaba en casa, platos como el lomo y el tallarin saltado estilo chifa y con wok.
Tenían una empleada llamada Juana, nacida en Jauja, en el departamento de Huancayo, quien les preparaba olluquito con charqui y también les traía cuyes cada vez que regresaba de su tierra nata, para prepararles el picante de cuy. Esto originó que los Sato, reemplazaran algunos ingredientes peruanos como el charqui (carne de llama seca), por otros con sabores orientales, como el costillar de chancho.
Los Sato dieron los primeros pasos, sin proponérselo, de lo que años después, en 1993, sería bautizada con el nombre de comida nikkei por el poeta Rodolfo Hinostroza. Desde los siete años Humberto Sato, absorvió los conocimientos que su madre y Juana, desplegaban en la cocina, sobre todo de la fusión que creaban con la comida peruana y japonesa. También aprendió los secretos de cocina de un vecino japonés, y de los chifas del barrio, que le permitian entrar a sus cocinas y observar.
Estudió y se graduó como mecánico en el Politécnico del Colegio Salesiano. En esa época, los estudiantes estaban con el sistema de internado, por lo que todos los días les daban de almuerzo y comida, platos criollos, como estofado, mondonguito, cau cau, etc. Fue allí donde Humberto realmente se familiarizó con la comida popular.
Los padres de Humberto eran comerciantes que llegaron a tener tres bazares. Cuando el Perú tuvo problemas económicos, a fines de la década del 50, no la pasaron tan mal, pero tuvieron que vender uno de los bazares.
Su primer restaurante
A la edad de quince años, Humberto Sato decidió dedicarse a lo que era su hobby, la cocina. Abrió el restaurante El Coral en la zona popular de La Parada, en La Victoria, en la esquina de la calle Gamarra y Antonio Baso.
Al comienzo le fue mal, el público no entraba a su local. Los platos que ofrecía eran de la comida mediterránea y europea. Los trabajadores y la gente que vivía en la zona, eran del pueblo, acostumbrados a la comida popular, bien servida.
Después que investigó acerca de lo que ofrecían los restaurantes de la zona, Humberto decidió cambiar la carta de El coral. Junto con su cocinero Samuel Borda, comenzó a preparar los platos de la comida peruana. La clientela comenzó a llegar al restaurante hasta llenarlo todos los días.
Después de algunos años de tener el restaurante, un amigo le pidió que le preparara un banquete económico para el matrimonio de su cuñado. Lo que resultó un éxito.
Se mudó al distrito de San Miguel y se dedicó por completo a preparar banquetes. Fue justamete, en un banquete, donde conoció a la que luego sería su esposa. Esta actividad la realizó por unos 6 años, hasta que empezó la crisis económica del primer gobierno de Alan García. Su negoció de banquetes de fue a pique.
Con la crisis económica en el Perú y con su negocio de banquetes muy mal, decidió convertir su casa en restaurante. De nombre le puso la dirección de la casa, Costanera 700, y empezó a ofrecer los platos tradicionales.
Los clientes que asistían, le pedían cada vez más, platos a base de pescados y mariscos, por lo que decidió ofrecer en su restaurante, únicamente comida marina.
Su restaurante se convirtió rápidamente en un éxito. Empezó a ser visitado por políticos, empresarios, personas de las embajadas, e inclusive presidentes nacionales y extranjeros.
Fue Costanera 700, el lugar escogido en el año 1995, para que se llevaran a cabo las conversaciones entre los presidentes, Bucaram de Ecuador y Fujimori de Perú, durante la guerra limítrofe no declarada, que enfrentaba a los dos países.
En aquella oportunidad Sato preparó 14 platos para los presidentes, entre los que estaba su “ceviche de la paz¨. Luego de la reunión en el restaurante, se llegó a un acuerdo de paz, para la que se conoció como Guerra del Cenepa.
En el restaurante trabajan junto a Humberto Sato, sus tres hijos. Humberto se encarga de la atención al cliente, Franco del aspecto económico, y Yaquir de la cocina. El cocinero Samuel Borda, continúa trabajando con él.
En el Festival Gastronómico Mistura del 2010 fue homenajeado y considerado un Gurú de la cocina por el chef Gaston Acurio.
Su restaurante Costanera 700, es considera imperdible dentro del circuito gastronómico de lima, especialmente para los que gustan de la comida marina.



Andy Giancarlo Rutty Palacios


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